Con las aguaderas (f.j.alonso /a.molina) (122) - Poemas de Agueda Molina
Con las aguaderas (f.j.alonso /a.molina) (122)
Poema publicado el 26 de Marzo de 2020
Con la aguaderas, la mula aparejó
y en busca del agua
con sus cántaros marchó
¡era la época de la siega!
Entre rastrojos y silbantes culebras
¡la mula se le asombró!
En la Rambla del Zorzo
con el tío Pedro se encontró:
“¿Dónde va usted
con tan buena carga de leña?
a los hornos de Vera voy
por si la puedo bien vender.
¡Vamos a echar un cigarro!”.
Bajo la sombra de un algarrobo
y al fresco de su hojarasca,
una comadreja,
que a un ratoncillo intentaba dar caza,
los arrieros espantaron.
“¡Vaya usted con Dios, tío Pedro!
adiós, hijo, adiós”.
Al regresar con su carga de agua buena,
a los Cuatro Caños, a abrevar la mula llevó.
En las pilas, las lavanderas con su canción,
restregaban la lana y la ropa llenas de olor a jabón:
“¡Cambia el agua hacia la alberca mujer;
que el ganado de cabras en el abrevadero está.
Por la tarde, la balsa llena debe quedar
¡que los campos del Alcaná sedientos están!
¡Ese animal está a punto de parir!
quizás para este tarde nacerá”.
El rebaño emprende su camino
hacia los prados del Real.
“Adiós, viejo Antonio, ve con Dios, José”.
“Vera del mar” (F.J.Alonso/A.Molina)
Poema publicado el 26 de Marzo de 2020
Con la aguaderas, la mula aparejó
y en busca del agua
con sus cántaros marchó
¡era la época de la siega!
Entre rastrojos y silbantes culebras
¡la mula se le asombró!
En la Rambla del Zorzo
con el tío Pedro se encontró:
“¿Dónde va usted
con tan buena carga de leña?
a los hornos de Vera voy
por si la puedo bien vender.
¡Vamos a echar un cigarro!”.
Bajo la sombra de un algarrobo
y al fresco de su hojarasca,
una comadreja,
que a un ratoncillo intentaba dar caza,
los arrieros espantaron.
“¡Vaya usted con Dios, tío Pedro!
adiós, hijo, adiós”.
Al regresar con su carga de agua buena,
a los Cuatro Caños, a abrevar la mula llevó.
En las pilas, las lavanderas con su canción,
restregaban la lana y la ropa llenas de olor a jabón:
“¡Cambia el agua hacia la alberca mujer;
que el ganado de cabras en el abrevadero está.
Por la tarde, la balsa llena debe quedar
¡que los campos del Alcaná sedientos están!
¡Ese animal está a punto de parir!
quizás para este tarde nacerá”.
El rebaño emprende su camino
hacia los prados del Real.
“Adiós, viejo Antonio, ve con Dios, José”.
“Vera del mar” (F.J.Alonso/A.Molina)
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