Vivir el amor - Poemas de Rosa Alonso De La Fuente
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Vivir el amor
Poema publicado el 09 de Noviembre de 2014
No quiero revivir viejas historias
ni tan poco pensar en el futuro
ni quiero retener las vanaglorias
que a mí nada más ponen en apuro
quisiera solamente sin disfraces
poder, tal como soy, te lo aseguro
vivir sin ataduras, sin enlaces,
sin celos, sin rencores ni osadía
y… aún más, sin temer a que me abraces
aquí o en cualquier parte, sin falsía,
venciendo al tiempo duro y la tristeza
tu y yo paladeando la ambrosía
gozando del placer de tu belleza
con ganas de reír y de bailar
llevando tu sabor con entereza
a náufragos perdidos en el mar
a niños que mantienen su inocencia
a hombres y mujeres que al soñar
creen ser del cristal la transparencia
hoy, quiero zambullirme, y me retracto
contigo en un gran río de paciencia
así veras también que dejo intacto
el fuego abrasador que me envenena
deshecho entre la piel a tu contacto
unido al eslabón de la cadena
de versos que en tercetos ajustados
prosiguen alargando tu melena
de rizos opulentos, azulados,
cubriendo tu cintura vaporosa
con música de besos entintados
que suena en mis oídos amorosa
igual que una balada de Neruda
entorno de nosotros, misteriosa
idéntica a esta canción nervuda
colmada de deleite y de alegría
asida fuertemente a ti, desnuda
aquí, sobre la tierra, en armonía,
mi mente y corazón se fortalecen
ceñidos al placer de que algún día
tu cuerpo serán rosas que florecen.
Poema publicado el 09 de Noviembre de 2014
No quiero revivir viejas historias
ni tan poco pensar en el futuro
ni quiero retener las vanaglorias
que a mí nada más ponen en apuro
quisiera solamente sin disfraces
poder, tal como soy, te lo aseguro
vivir sin ataduras, sin enlaces,
sin celos, sin rencores ni osadía
y… aún más, sin temer a que me abraces
aquí o en cualquier parte, sin falsía,
venciendo al tiempo duro y la tristeza
tu y yo paladeando la ambrosía
gozando del placer de tu belleza
con ganas de reír y de bailar
llevando tu sabor con entereza
a náufragos perdidos en el mar
a niños que mantienen su inocencia
a hombres y mujeres que al soñar
creen ser del cristal la transparencia
hoy, quiero zambullirme, y me retracto
contigo en un gran río de paciencia
así veras también que dejo intacto
el fuego abrasador que me envenena
deshecho entre la piel a tu contacto
unido al eslabón de la cadena
de versos que en tercetos ajustados
prosiguen alargando tu melena
de rizos opulentos, azulados,
cubriendo tu cintura vaporosa
con música de besos entintados
que suena en mis oídos amorosa
igual que una balada de Neruda
entorno de nosotros, misteriosa
idéntica a esta canción nervuda
colmada de deleite y de alegría
asida fuertemente a ti, desnuda
aquí, sobre la tierra, en armonía,
mi mente y corazón se fortalecen
ceñidos al placer de que algún día
tu cuerpo serán rosas que florecen.
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