El deseo inmortal - Poemas de Roberto Ramón Díaz Blanco
El deseo inmortal
Poema publicado el 18 de Febrero de 2012
Otro día despierta,
cuarto en penumbra:
dos cuerpos adornados
con collares de pájaros
Ella respira entrañable,
Él con los ojos la palpa:
sueños que separan
manos que juntan.
La piel pulida y lisa:
una muchacha que graba un canto,
y Él interpreta al piano de su espalda.
Mar sin brida galopando amaneceres,
sedientas raíces enlazadas,
batir de alas,
espacio de milagros.
El deseo inmortal avanza,
sediento de amores,
penetra en sus cuerpos,
sangre desconocida y honda
y el viento sopla por sus bocas
y se olvidan las apariencias
y de súbito florece la llama.
Ruedan como piedras,
brillantes y desnudas,
los amantes ardiendo
de todas las formas
Y los pájaros escapan de la sábana incendiada,
más allá de la vida que nace cada día
más allá de la muerte que nace cada vida.
Poema publicado el 18 de Febrero de 2012
Otro día despierta,
cuarto en penumbra:
dos cuerpos adornados
con collares de pájaros
Ella respira entrañable,
Él con los ojos la palpa:
sueños que separan
manos que juntan.
La piel pulida y lisa:
una muchacha que graba un canto,
y Él interpreta al piano de su espalda.
Mar sin brida galopando amaneceres,
sedientas raíces enlazadas,
batir de alas,
espacio de milagros.
El deseo inmortal avanza,
sediento de amores,
penetra en sus cuerpos,
sangre desconocida y honda
y el viento sopla por sus bocas
y se olvidan las apariencias
y de súbito florece la llama.
Ruedan como piedras,
brillantes y desnudas,
los amantes ardiendo
de todas las formas
Y los pájaros escapan de la sábana incendiada,
más allá de la vida que nace cada día
más allá de la muerte que nace cada vida.
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