Xx - Poemas de Pedro Luis Menéndez
Xx
Poema publicado el 12 de Agosto de 2007
Allí nos detuvimos: sí: dispersos
como fogatas bien avenidas a un tiempo de confianza
como timones dúctiles que sufren en silencio
las heridas de sal por los costados:
Ellos decían alma
y era sólo el reflejo de una dicha: una mirada
atrás y un intervalo de lágrimas
que anegaban la arena sin coraje: el viento solo:
la canción perdida
que entre los sufrimientos se compuso: años y años
para llegar al centro sin respuestas
con el distinto paso de quienes no supieron
abatirse de luna en una noche
entera frente al hombre
sobre la sola idea de un sextante prohibido
Allí nos detuvimos: sí: dispersos
como figuras que al azar surtían de presencia
como bosques sellados a una mínima gloria
que nadie nos supuso desde el nunca:
Ellos decían alma
y era sólo el reflejo de algún gesto
que dictara memoria: una mirada atrás
y un desencuentro de piel entre los brazos: una lluvia
callada que en los ojos repica dulcemente
cuando después de todo la tristeza
es sólo una palabra entre tantas palabras
y la noche nos crece de los labios: el viento solo:
la canción perdida que soñó juventud
cuando después de todo
es sólo una palabra entre tantas palabras
y la noche nos crece hueso a hueso: el viento solo:
la canción perdida
que entre los sufrimientos se compuso: años y años
para llegar al centro sin respuestas
cuando después de todo es sólo una palabra
que no pronunciaremos:
Poema publicado el 12 de Agosto de 2007
Allí nos detuvimos: sí: dispersos
como fogatas bien avenidas a un tiempo de confianza
como timones dúctiles que sufren en silencio
las heridas de sal por los costados:
Ellos decían alma
y era sólo el reflejo de una dicha: una mirada
atrás y un intervalo de lágrimas
que anegaban la arena sin coraje: el viento solo:
la canción perdida
que entre los sufrimientos se compuso: años y años
para llegar al centro sin respuestas
con el distinto paso de quienes no supieron
abatirse de luna en una noche
entera frente al hombre
sobre la sola idea de un sextante prohibido
Allí nos detuvimos: sí: dispersos
como figuras que al azar surtían de presencia
como bosques sellados a una mínima gloria
que nadie nos supuso desde el nunca:
Ellos decían alma
y era sólo el reflejo de algún gesto
que dictara memoria: una mirada atrás
y un desencuentro de piel entre los brazos: una lluvia
callada que en los ojos repica dulcemente
cuando después de todo la tristeza
es sólo una palabra entre tantas palabras
y la noche nos crece de los labios: el viento solo:
la canción perdida que soñó juventud
cuando después de todo
es sólo una palabra entre tantas palabras
y la noche nos crece hueso a hueso: el viento solo:
la canción perdida
que entre los sufrimientos se compuso: años y años
para llegar al centro sin respuestas
cuando después de todo es sólo una palabra
que no pronunciaremos:
¿Te gusta este poema? Compártelo:
«« más poemas de Pedro Luis Menéndez