El tren - Poemas de Manuel Cabello RamÍrez
El tren
Poema publicado el 19 de Mayo de 2022
El tren
Me detuve en esa estación de mil recuerdos, camine sin rumbo buscando tu silueta y aroma, las aventuras que compartimos, pero el andén estaba vacío, las toscas calaminas que cerraban el paso me indico que el camino a iniciar solo sería acompañado de los trinos de las aves que merodeaban buscando posarse en el viejo parador que esperaba con ansias a los viajeros del ayer.
Los durmientes retorcidos por el fuego abrazador del sol implacable que esa tarde azoraban en la estación como reliquias inermes buscando respuestas a su soledad, la misma que sentía en ese momento cuando recorría las polvorientas y pedregosas líneas del tren, te buscaba con pasión y la respuesta era solo eso un silencio abrazador de los quemantes rayos del sol.
A lo lejos el silbato que indica que los vagones y la humeante caldera de su intrépida locomotora vienen a mi encuentro. Tu rostro y sonrisa es parte del espejismo que me invade en el lejano horizonte que como granos de arena se desvanece en el tiempo, te fuiste de mi lado nunca lo supe, la perdida de tus besos de tus labios de carmesí…… solo una tímida carta de despedida.
En qué lugar del universo estarás brindando a otro tus caricias, tu risa angelical tu aliento con mil aromas de tu inocencia, como el fuego que me acompaña en este viaje sin retorno de mi vida habitual espero que el tren del olvido nunca pare en estación alguna para recoger a otro viajero que espera poder abrazar a su amor por tiempo eterno.
Poema publicado el 19 de Mayo de 2022
El tren
Me detuve en esa estación de mil recuerdos, camine sin rumbo buscando tu silueta y aroma, las aventuras que compartimos, pero el andén estaba vacío, las toscas calaminas que cerraban el paso me indico que el camino a iniciar solo sería acompañado de los trinos de las aves que merodeaban buscando posarse en el viejo parador que esperaba con ansias a los viajeros del ayer.
Los durmientes retorcidos por el fuego abrazador del sol implacable que esa tarde azoraban en la estación como reliquias inermes buscando respuestas a su soledad, la misma que sentía en ese momento cuando recorría las polvorientas y pedregosas líneas del tren, te buscaba con pasión y la respuesta era solo eso un silencio abrazador de los quemantes rayos del sol.
A lo lejos el silbato que indica que los vagones y la humeante caldera de su intrépida locomotora vienen a mi encuentro. Tu rostro y sonrisa es parte del espejismo que me invade en el lejano horizonte que como granos de arena se desvanece en el tiempo, te fuiste de mi lado nunca lo supe, la perdida de tus besos de tus labios de carmesí…… solo una tímida carta de despedida.
En qué lugar del universo estarás brindando a otro tus caricias, tu risa angelical tu aliento con mil aromas de tu inocencia, como el fuego que me acompaña en este viaje sin retorno de mi vida habitual espero que el tren del olvido nunca pare en estación alguna para recoger a otro viajero que espera poder abrazar a su amor por tiempo eterno.
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