Obdulia soler y gonzalo andrÉs - Poemas de LUIS MIGUEL RABANAL
Obdulia soler y gonzalo andrÉs
Poema publicado el 26 de Octubre de 2005
A las palabras de hoy le van a suceder tormentos mucho más devotos,
jarabes para el dolor de corazón y linternas diversas para alumbrarse entre tanto desconsuelo.
Entre tanto amor a la deriva y tantos cuerpos que no quieren más se halla esta mirada que espía tus sonrisas,
tu sueño, tu semen, hasta tu propia aflicción esporádica.
Nada fuera de mí te pertenece.
Y sin embargo tus amigos siguen acusándote de varios delitos de cruel desamor,
uno contra mí, la más necesitada de socorro.
Yo que con mi locura escribo todas las cartas habidas y por haber de la semana.
Me sabe tu boca a un viejo coñac que ya me aturde.
Has de perdonar mi inútil afrenta de la tarde, es la amargura que comienza a dar sus frutos,
es mi ansiedad que no te disfruta y que tampoco te aguarda.
Yo, que nada recuerdo.
Poema publicado el 26 de Octubre de 2005
A las palabras de hoy le van a suceder tormentos mucho más devotos,
jarabes para el dolor de corazón y linternas diversas para alumbrarse entre tanto desconsuelo.
Entre tanto amor a la deriva y tantos cuerpos que no quieren más se halla esta mirada que espía tus sonrisas,
tu sueño, tu semen, hasta tu propia aflicción esporádica.
Nada fuera de mí te pertenece.
Y sin embargo tus amigos siguen acusándote de varios delitos de cruel desamor,
uno contra mí, la más necesitada de socorro.
Yo que con mi locura escribo todas las cartas habidas y por haber de la semana.
Me sabe tu boca a un viejo coñac que ya me aturde.
Has de perdonar mi inútil afrenta de la tarde, es la amargura que comienza a dar sus frutos,
es mi ansiedad que no te disfruta y que tampoco te aguarda.
Yo, que nada recuerdo.
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