Aprisionar ausencias - Poemas de Lobaiza De Rivera, Lidia Esther
Aprisionar ausencias
Poema publicado el 07 de Marzo de 2004
Aprisionar ausencias
Aves de rapiña hurtaron las palabras,
la noche torció su curso hacia un desvarío de miserias ,
tensa, la madrugada descolorida de alcohol frío y ausencia,
tendió redes sin ilusiones ,
angustia de partos sin escamas, sin aletas, sin astillas de sol.
Hombre sin patria, tendido en el légamo de nauseabundas intenciones,
arquitecto del desesperado despojo ,
orfebre del hambriento trueque,
por las bocas pequeñas que aguardan descalzas hogazas sin fortuna;
no hieras mis corrientes, no aproveches el curso del destino,
no me robes la ilusión de ser ala, pez, marejada, camalote, espadaña;
no me obligues a dejar varada mi barca ,
en los últimos sauces de una costa vencida.
Quiero que dejes jugar a los remansos:
mías son sus vibrátiles contiendas;
mío el bálsamo cetrino
que se enciende más allá del horizonte,
encrespado de púrpuras
en un confín de aguas y quimeras ;
mía la razón de la luz desflorada sobre el mapa tornadizo del río,
mía la heredad que se enciende en la geografía glauca de las islas,
mío este repetido amor que me aprisiona la garganta,
y vuelca el grito, la ira ,la protesta, el clamor, la impotencia.
Vete de mis dominios, deja en paz el vuelo albugíneo de las garzas,
el silbido de los patos, que en un cielo de límpida confianza
dibujan escuadras agrestes;
guarda el filo relámpago de tus crueles designios,
mira crecer el viento, lecho, nido, sombra, follaje estremecido,
acerca tus miradas a las bestias
que crecen al amparo de un terrón sin hogueras;
florece en rojos ceibos,
arrópate en la luna ,
envuelta en guirnaldas de aroma y camalotes,
cuida, sí, cuida,
esta savia desprotegida y violada, sus pastos y sus peces,
sus timbós sus nutrias y carpinchos ,
el camoatí que endulza pancitas sin luceros.
Escucha , por favor,
la voz que sube por las hendidas raíces indias,
el lenguaje de los ancestros,
los verdaderos dueños de esta comarca
poblada con los dones del vergel;
atiende el corazón de la planicie,
bebe del líquido la gota purificadora de almas y de pensamientos ,
descubre su destino de mesa, cuna abrigo, reposo, ligamento, tálamo nupcial ,
ronda de amigos,
y déjala vivir eterna en su entrega ;
madre multiplicadora,
hogar mío y de todos,
última bocanada de oxígeno ,
perdurable hogaza,
mallas, espineles, canoas, remos al sol,
oropel de luz ;
vocablos anudados a la sábana líquida,
refugio perdurable de todos mis poemas.
Poema publicado el 07 de Marzo de 2004
Aprisionar ausencias
Aves de rapiña hurtaron las palabras,
la noche torció su curso hacia un desvarío de miserias ,
tensa, la madrugada descolorida de alcohol frío y ausencia,
tendió redes sin ilusiones ,
angustia de partos sin escamas, sin aletas, sin astillas de sol.
Hombre sin patria, tendido en el légamo de nauseabundas intenciones,
arquitecto del desesperado despojo ,
orfebre del hambriento trueque,
por las bocas pequeñas que aguardan descalzas hogazas sin fortuna;
no hieras mis corrientes, no aproveches el curso del destino,
no me robes la ilusión de ser ala, pez, marejada, camalote, espadaña;
no me obligues a dejar varada mi barca ,
en los últimos sauces de una costa vencida.
Quiero que dejes jugar a los remansos:
mías son sus vibrátiles contiendas;
mío el bálsamo cetrino
que se enciende más allá del horizonte,
encrespado de púrpuras
en un confín de aguas y quimeras ;
mía la razón de la luz desflorada sobre el mapa tornadizo del río,
mía la heredad que se enciende en la geografía glauca de las islas,
mío este repetido amor que me aprisiona la garganta,
y vuelca el grito, la ira ,la protesta, el clamor, la impotencia.
Vete de mis dominios, deja en paz el vuelo albugíneo de las garzas,
el silbido de los patos, que en un cielo de límpida confianza
dibujan escuadras agrestes;
guarda el filo relámpago de tus crueles designios,
mira crecer el viento, lecho, nido, sombra, follaje estremecido,
acerca tus miradas a las bestias
que crecen al amparo de un terrón sin hogueras;
florece en rojos ceibos,
arrópate en la luna ,
envuelta en guirnaldas de aroma y camalotes,
cuida, sí, cuida,
esta savia desprotegida y violada, sus pastos y sus peces,
sus timbós sus nutrias y carpinchos ,
el camoatí que endulza pancitas sin luceros.
Escucha , por favor,
la voz que sube por las hendidas raíces indias,
el lenguaje de los ancestros,
los verdaderos dueños de esta comarca
poblada con los dones del vergel;
atiende el corazón de la planicie,
bebe del líquido la gota purificadora de almas y de pensamientos ,
descubre su destino de mesa, cuna abrigo, reposo, ligamento, tálamo nupcial ,
ronda de amigos,
y déjala vivir eterna en su entrega ;
madre multiplicadora,
hogar mío y de todos,
última bocanada de oxígeno ,
perdurable hogaza,
mallas, espineles, canoas, remos al sol,
oropel de luz ;
vocablos anudados a la sábana líquida,
refugio perdurable de todos mis poemas.
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