Las alas del dolor - Poemas de Ligia Gómez Deroy
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Las alas del dolor
Poema publicado el 22 de Junio de 2003
Fue hermoso remontar el vuelo al mismo cielo
donde las nubes se unen con el espacio;
cuando los ángeles se encuentran con Dios
y no se percibe el frío inmenso
que ahora cubre mi tormento.
Juntamos nuestras almas
y emprendimos el camino del amor,
surcamos mares azules y callados
buscando las caracolas radiantes
que nos arrullaban con sus cantos silenciosos;
en las noches de deleite de una pasión avasalladora,
cuando cubrías mi cuerpo con el tuyo y yo
complacida te entregaba el corazón.
Más el camino llego a su fin cuando
mi alma sintió el desmayo de tu sentir;
encontrando en mi pecho la congoja
al abrir mis manos y hallarlas vacías,
toque el desierto y la tristeza,
más ese vuelo tuvo que llegar a su fin,
la soledad estaba tocando mis eternos sueños
de delirio de un amor marchito.
Ya con mis alas cansadas de buscarte,
intente levantar de nuevo el vuelo al azul del firmamento
para perderme del dolor afligido y desolado;
pero mis alas cansadas de esperarte
se volvieron abatidas y dolientes,
se desgarraron de tanto gemir de dolor,
de desesperanza y quisieron morir
por tu amor, por nuestro amor.
Poema publicado el 22 de Junio de 2003
Fue hermoso remontar el vuelo al mismo cielo
donde las nubes se unen con el espacio;
cuando los ángeles se encuentran con Dios
y no se percibe el frío inmenso
que ahora cubre mi tormento.
Juntamos nuestras almas
y emprendimos el camino del amor,
surcamos mares azules y callados
buscando las caracolas radiantes
que nos arrullaban con sus cantos silenciosos;
en las noches de deleite de una pasión avasalladora,
cuando cubrías mi cuerpo con el tuyo y yo
complacida te entregaba el corazón.
Más el camino llego a su fin cuando
mi alma sintió el desmayo de tu sentir;
encontrando en mi pecho la congoja
al abrir mis manos y hallarlas vacías,
toque el desierto y la tristeza,
más ese vuelo tuvo que llegar a su fin,
la soledad estaba tocando mis eternos sueños
de delirio de un amor marchito.
Ya con mis alas cansadas de buscarte,
intente levantar de nuevo el vuelo al azul del firmamento
para perderme del dolor afligido y desolado;
pero mis alas cansadas de esperarte
se volvieron abatidas y dolientes,
se desgarraron de tanto gemir de dolor,
de desesperanza y quisieron morir
por tu amor, por nuestro amor.
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