Xxiv - Poemas de Juan José Vélez Otero
Xxiv
Poema publicado el 09 de Mayo de 2000
Va glauco declinando del invierno
el día con su lluvia en los alambres
de pájaros vacíos y de abejas.
Las flores de papel y los retratos
callados en las sombras de los muebles
y el ocre cenicero sepultando
los restos de horas áridas y huidas.
Licores en las copas de la tarde
hoy tienen el sabor del estramonio,
y hay flores de alcanfor en los jarrones
y sueños en espejos empolvados
que acaban duplicando la tristeza.
Monótona es la luz en los cristales,
monótona en la piel de la verdina,
monótona en la cal del campanario
y en las desnudas varas de las viñas.
La triste bordadora de las sombras,
sentada al bastidor, hace sudarios
con hilos arrancados al silencio.
Poema publicado el 09 de Mayo de 2000
Va glauco declinando del invierno
el día con su lluvia en los alambres
de pájaros vacíos y de abejas.
Las flores de papel y los retratos
callados en las sombras de los muebles
y el ocre cenicero sepultando
los restos de horas áridas y huidas.
Licores en las copas de la tarde
hoy tienen el sabor del estramonio,
y hay flores de alcanfor en los jarrones
y sueños en espejos empolvados
que acaban duplicando la tristeza.
Monótona es la luz en los cristales,
monótona en la piel de la verdina,
monótona en la cal del campanario
y en las desnudas varas de las viñas.
La triste bordadora de las sombras,
sentada al bastidor, hace sudarios
con hilos arrancados al silencio.
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