Figura y alabanza de don miguel de cervantes saavedra lepanto - Poemas de HUGO LINDO
Figura y alabanza de don miguel de cervantes saavedra lepanto
Poema publicado el 21 de Mayo de 2000
Lepanto. Las galeras venecianas
Tremolan sus pendones. Hay un surco
De fuego entre las áncoras cristianas
Y las quillas del turco.
Ruge la mar, ahita de pavores.
Se alzan las medias lunas y las cruces
Y el aire se ensordece de atambores
Al trueno rojo de los arcabuces.
El jefe veneciano, Barbarigo,
Tiene un velo de sangre sobre el ojo;
Pero aún está de pie, y el enemigo
No ha logrado templar su fiero arrojo.
Don Juan, el Serenísimo, avizora
La galera cristiana en donde está,
Clavada en una pica vengadora,
La cabeza feroz de Alí Bajá.
Al frente de la nave “La Marquesa”
—viva estatua de carne, humano cedro—
Alienta a los titanes de la empresa
El Capitán Francisco de San Pedro,
Cuando del fondo del navío, advierte
Surgir una figura desolada
Cuya color es de amarillo-muerte,
Que sólo tiene vida en la mirada.
Poema publicado el 21 de Mayo de 2000
Lepanto. Las galeras venecianas
Tremolan sus pendones. Hay un surco
De fuego entre las áncoras cristianas
Y las quillas del turco.
Ruge la mar, ahita de pavores.
Se alzan las medias lunas y las cruces
Y el aire se ensordece de atambores
Al trueno rojo de los arcabuces.
El jefe veneciano, Barbarigo,
Tiene un velo de sangre sobre el ojo;
Pero aún está de pie, y el enemigo
No ha logrado templar su fiero arrojo.
Don Juan, el Serenísimo, avizora
La galera cristiana en donde está,
Clavada en una pica vengadora,
La cabeza feroz de Alí Bajá.
Al frente de la nave “La Marquesa”
—viva estatua de carne, humano cedro—
Alienta a los titanes de la empresa
El Capitán Francisco de San Pedro,
Cuando del fondo del navío, advierte
Surgir una figura desolada
Cuya color es de amarillo-muerte,
Que sólo tiene vida en la mirada.
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