A nueva york - Poemas de Héctor José Corredor Cuervo
A nueva york
Poema publicado el 30 de Noviembre de -0001
Ciudad inmensa que va hasta el infinito,
con majestuosas torres erguidas hacia el cielo,
como justo homenaje a n
uestro Dios bendito
que creó un paraíso en tan precioso suelo.
Eres el gran refugio de muchos inmigrantes,
que buscan en tu entraña calor de libertad,
para dejar de ser los errantes caminantes,
y entregar a los hijos amor como heredad.
Eres de humanidad la tierra prometida,
donde hay abundancia de trabajo y calor,
para todo aquel hombre luchador en la vida
que sintió en su patria la angustia y el dolor.
En tu seno no hay envidias ni aflicciones,
solo hay esperanza, optimismo e ilusión,
una manzana grande de lindas proporciones
que le ofrece al mundo su propio corazón.
Siempre en la distancia añoro tu presencia,
los sitios de descanso, el arte en general,
obras arquitectónicas, casas de residencia,
parques de esparcimiento y la flora otoñal.
Poema publicado el 30 de Noviembre de -0001
Ciudad inmensa que va hasta el infinito,
con majestuosas torres erguidas hacia el cielo,
como justo homenaje a n
uestro Dios bendito
que creó un paraíso en tan precioso suelo.
Eres el gran refugio de muchos inmigrantes,
que buscan en tu entraña calor de libertad,
para dejar de ser los errantes caminantes,
y entregar a los hijos amor como heredad.
Eres de humanidad la tierra prometida,
donde hay abundancia de trabajo y calor,
para todo aquel hombre luchador en la vida
que sintió en su patria la angustia y el dolor.
En tu seno no hay envidias ni aflicciones,
solo hay esperanza, optimismo e ilusión,
una manzana grande de lindas proporciones
que le ofrece al mundo su propio corazón.
Siempre en la distancia añoro tu presencia,
los sitios de descanso, el arte en general,
obras arquitectónicas, casas de residencia,
parques de esparcimiento y la flora otoñal.
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