La soledad - Poemas de Gerardo Solis Trinidad
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La soledad
Poema publicado el 02 de Junio de 2017
La soledad es mala consejera
Lo dicen muchas personas
Para mí ha sido mi amiga
Mi confidente, el refugio con quien lloras
Con ella me siento seguro, tranquilo, sin que nada me perturbe.
Sin que nadie interrumpa mi forma de pensar.
Como el ruido de tu risa, que a mi cabeza no aturde
En la soledad de la noche es cuando más me siento acompañado
Por la compañía de la luna, las estrellas y el cielo enamorado
No hay nada que interrumpa el profundo silencio de la noche.
Nada que pueda alterar, mi sentir profundo.
Nadie que pueda invadir, el silencio que me dejaste.
Nadie que pueda sacudir las flechas de tu mirada.
Que se entierran en mi alma.
Haciendo tu recuerdo llama que nunca se apaga.
La soledad es la única que ha cobijado mi cielo tan sombrío.
La soledad es la única que sabe lo mucho que yo he sufrido.
Con ella me siento seguro, cual gorrión volando sobre su nido.
La soledad es peligrosa, cuando piensas negativo.
Puede ser arma letal con lengua de doble filo.
Como un caballo nervioso, que te saca del estribo.
Como una bala perdida, que te mata en un soplido.
Que soledad tan grande dejaste con tu partida.
Esta soledad si mata, pues aun sangra la herida.
Herida que no sanara hasta sentirte mía.
Hoy la soledad es mi única compañía
A la que le cuento mis penas
En las noches más negras, noches negras y sombrías.
Ven y quita ya esta pena
Pena que mata y olvida.
Quítame de padecer en esta tumba vacía
Pues ya muero poco a poco
¡Con tu partida vida mía!
Poema publicado el 02 de Junio de 2017
La soledad es mala consejera
Lo dicen muchas personas
Para mí ha sido mi amiga
Mi confidente, el refugio con quien lloras
Con ella me siento seguro, tranquilo, sin que nada me perturbe.
Sin que nadie interrumpa mi forma de pensar.
Como el ruido de tu risa, que a mi cabeza no aturde
En la soledad de la noche es cuando más me siento acompañado
Por la compañía de la luna, las estrellas y el cielo enamorado
No hay nada que interrumpa el profundo silencio de la noche.
Nada que pueda alterar, mi sentir profundo.
Nadie que pueda invadir, el silencio que me dejaste.
Nadie que pueda sacudir las flechas de tu mirada.
Que se entierran en mi alma.
Haciendo tu recuerdo llama que nunca se apaga.
La soledad es la única que ha cobijado mi cielo tan sombrío.
La soledad es la única que sabe lo mucho que yo he sufrido.
Con ella me siento seguro, cual gorrión volando sobre su nido.
La soledad es peligrosa, cuando piensas negativo.
Puede ser arma letal con lengua de doble filo.
Como un caballo nervioso, que te saca del estribo.
Como una bala perdida, que te mata en un soplido.
Que soledad tan grande dejaste con tu partida.
Esta soledad si mata, pues aun sangra la herida.
Herida que no sanara hasta sentirte mía.
Hoy la soledad es mi única compañía
A la que le cuento mis penas
En las noches más negras, noches negras y sombrías.
Ven y quita ya esta pena
Pena que mata y olvida.
Quítame de padecer en esta tumba vacía
Pues ya muero poco a poco
¡Con tu partida vida mía!
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