El ocio de los orfebres - Poemas de Edgar Iván Hernández
El ocio de los orfebres
Poema publicado el 30 de Abril de 2012
“Ando en viaje dando un poco de mi vida”
De: LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE
VICENTE HUIDOBRO
1
Poesía,
cetro de los orfebres
leve espacio,
equívoco y acierto,
cuenta del derroche,
Catálogo del peregrinar,
premura y distancia,
camino entre páramos abierto.
Alborada sin fin,
júbilo de metáforas,
Ardor poderoso
Coraje de día recio,
mimo oloroso.
torpeza
del vuelo.
Sacrificio
alado;
Apostasía
del ritmo
y el fonema,
2
Lira
duelo fecundo de banderas,
torre de relojes detenidos,
obituario de alma
y el espejo.
Sombra trashumante,
pasos tempestivos. Atajo heredado,
permanente frugalidad, luna y despertador,
uva para celebrar
amaneceres,
en cada
regreso,
en cada
amor.
Soledad
que rinde
su
hermoso
fruto.
3
Musa lealtad pródiga.
Deleite hecho diluvio.
Temida mañana.
Arcaica algarabía,
Ignoto camino.
Respiración que convoca las tormentas.
Paso que deviene en lágrimas
y se apaga cuando
las ciudades mueren.
Árbol de flores noctívagas
que deshojaba sus misterios.
Dialogó de luchas y penas.
Dolor y balada.
Briosa ensenada del mirar.
4
Poemia que naces y despiertas
Llena de suburbios y campos.
No podría decirte adiós,
buscarte en otros puertos,
en otra piel que presienta tu desnudez.
Eres viaje, cuna y volcán,
vena del río imbatible,
rauda y antigua sed,
instante que alimenta,
amor que aliena,
calle de tránsfugas sombras,
batalla en marcha que ronda,
silbo de lo amado,
poesía, apostasía.
5
Sed,
presea,
ventana del corazón,
núcleo de la tarde,
tragaluz de misterios,
soberbia de los años lapidados,
edificio de vidas latentes y mutismos,
afán que palpita y funde los pasos,
inventario de enigmas. Adhesión de labios que no olvidan
Señorío que se desboca en la sangre. Huella de valles y fallas,
beso que ronda cuerpo, abrigo y madrugada.
Poema publicado el 30 de Abril de 2012
“Ando en viaje dando un poco de mi vida”
De: LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE
VICENTE HUIDOBRO
1
Poesía,
cetro de los orfebres
leve espacio,
equívoco y acierto,
cuenta del derroche,
Catálogo del peregrinar,
premura y distancia,
camino entre páramos abierto.
Alborada sin fin,
júbilo de metáforas,
Ardor poderoso
Coraje de día recio,
mimo oloroso.
torpeza
del vuelo.
Sacrificio
alado;
Apostasía
del ritmo
y el fonema,
2
Lira
duelo fecundo de banderas,
torre de relojes detenidos,
obituario de alma
y el espejo.
Sombra trashumante,
pasos tempestivos. Atajo heredado,
permanente frugalidad, luna y despertador,
uva para celebrar
amaneceres,
en cada
regreso,
en cada
amor.
Soledad
que rinde
su
hermoso
fruto.
3
Musa lealtad pródiga.
Deleite hecho diluvio.
Temida mañana.
Arcaica algarabía,
Ignoto camino.
Respiración que convoca las tormentas.
Paso que deviene en lágrimas
y se apaga cuando
las ciudades mueren.
Árbol de flores noctívagas
que deshojaba sus misterios.
Dialogó de luchas y penas.
Dolor y balada.
Briosa ensenada del mirar.
4
Poemia que naces y despiertas
Llena de suburbios y campos.
No podría decirte adiós,
buscarte en otros puertos,
en otra piel que presienta tu desnudez.
Eres viaje, cuna y volcán,
vena del río imbatible,
rauda y antigua sed,
instante que alimenta,
amor que aliena,
calle de tránsfugas sombras,
batalla en marcha que ronda,
silbo de lo amado,
poesía, apostasía.
5
Sed,
presea,
ventana del corazón,
núcleo de la tarde,
tragaluz de misterios,
soberbia de los años lapidados,
edificio de vidas latentes y mutismos,
afán que palpita y funde los pasos,
inventario de enigmas. Adhesión de labios que no olvidan
Señorío que se desboca en la sangre. Huella de valles y fallas,
beso que ronda cuerpo, abrigo y madrugada.
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