Neófito aspirante en la vida - Poemas de Antonio R Munguia
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Neófito aspirante en la vida
Poema publicado el 29 de Mayo de 2016
Bendita sea la ignorancia ciega
Que no ha tenido información divina.
Su atracción por la rosa y no la espina
Para el mortal es fin y al mal se entrega.
Nadie debe juzgar su plan que apega
Al torcido sendero en que camina,
Por falta de un consejo y una fina
Crianza que pudo apuntalar su brega.
El final de su paso por la tierra
Puede verse más cerca que distante.
Nada puede cambiar, su fin lo aterra.
Es culpable, lo entiende, aunque incesante
Siente en su corazón que en esta guerra
Soldado fue cual neófito aspirante.
El recorrido duro y escabroso
Que minó sus esfuerzos fue constante,
Pero mirando al frente y anhelante
Buscó triunfar sin conceder reposo.
Fue su lucha buscar lo que da gozo;
Una vida de guerra desafiante,
Siempre alejando el aguijón punzante
Que hay en la vida en su rosal frondoso.
Al llegar al umbral de su destino
Por fin entiende su misión primera.
El ser humano atisba en su camino
Niebla que cubre el sitio que le espera,
Y que no sabe si su desatino
Le hará sufrir lo que evitó en la tierra
Poema publicado el 29 de Mayo de 2016
Bendita sea la ignorancia ciega
Que no ha tenido información divina.
Su atracción por la rosa y no la espina
Para el mortal es fin y al mal se entrega.
Nadie debe juzgar su plan que apega
Al torcido sendero en que camina,
Por falta de un consejo y una fina
Crianza que pudo apuntalar su brega.
El final de su paso por la tierra
Puede verse más cerca que distante.
Nada puede cambiar, su fin lo aterra.
Es culpable, lo entiende, aunque incesante
Siente en su corazón que en esta guerra
Soldado fue cual neófito aspirante.
El recorrido duro y escabroso
Que minó sus esfuerzos fue constante,
Pero mirando al frente y anhelante
Buscó triunfar sin conceder reposo.
Fue su lucha buscar lo que da gozo;
Una vida de guerra desafiante,
Siempre alejando el aguijón punzante
Que hay en la vida en su rosal frondoso.
Al llegar al umbral de su destino
Por fin entiende su misión primera.
El ser humano atisba en su camino
Niebla que cubre el sitio que le espera,
Y que no sabe si su desatino
Le hará sufrir lo que evitó en la tierra
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