Los valientes de ayer - Poemas de Antonio Munguia
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Los valientes de ayer
Poema publicado el 20 de Abril de 2013
¿Adónde habrán llevado su existencia
los valientes de ayer?
Los que ayer caminaban sin descanso
seguros de un destino imaginario.
Dirigieron su paso y pensamiento
hacia un mundo de encanto,
sin voltear hacia atrás.
Nadie volvió a saber de sus andanzas
quizás porque alternaron los caminos
para no ser copados.
O tal vez alargaron sus jornadas
tanto que se olvidaron del regreso
y de los que aquí dejaron.
¡ Quién sabe bien a bien cuál fue la causa
pero jamás volvieron a estos lares!
Hoy el pueblo pregunta con desgano
qué fue de aquéllos que con tantas ansias
emprendieron su viaje ilusionados,
tratando de cambiar en el futuro
de unos pobres aldeanos
a asimilarse al mundo de los ricos
con las armas del universitario.
Nadie imagina que volver al pueblo
quedó entre sus intentos olvidados,
ante los panoramas tan brillantes
de los nuevos espacios.
Los desérticos valles de la infancia
sin más razones fueron descartados,
al sentirse maduros y afectados
de un nuevo renacer.
Los herederos de la sangre propia
con visión de universos liberados,
han despreciado el celo por su cuna
sin maldad ni discordia intencionada,
aunque quienes aquí los esperamos
sintamos su actitud como traición.
Allá, en donde conviven,
ellos pretenden que la vida es bella
y se solazan de las urbes grandes,
donde podrán luchar con sus aperos
adquiridos en otras latitudes
lejanas de su tierra y de su gente.
Nada será de nuevo como antaño
pues la vida carnal es una etapa
que les urge enfrentar
con mente abierta;
y hacerlo lejos del terruño amado,
aunque les duela en su alma
si, por ello,
su hogar y su familia los extrañan
y sienten que su amor espera en vano.
MEMORIA:
Domingo 30 de Abril de 1967 en Cumpas, Son. En plática de cantina con J. Humberto Hoyos repasando recuerdos de jóvenes que partieron a estudiar y nunca volvieron a este pueblo.
Poema publicado el 20 de Abril de 2013
¿Adónde habrán llevado su existencia
los valientes de ayer?
Los que ayer caminaban sin descanso
seguros de un destino imaginario.
Dirigieron su paso y pensamiento
hacia un mundo de encanto,
sin voltear hacia atrás.
Nadie volvió a saber de sus andanzas
quizás porque alternaron los caminos
para no ser copados.
O tal vez alargaron sus jornadas
tanto que se olvidaron del regreso
y de los que aquí dejaron.
¡ Quién sabe bien a bien cuál fue la causa
pero jamás volvieron a estos lares!
Hoy el pueblo pregunta con desgano
qué fue de aquéllos que con tantas ansias
emprendieron su viaje ilusionados,
tratando de cambiar en el futuro
de unos pobres aldeanos
a asimilarse al mundo de los ricos
con las armas del universitario.
Nadie imagina que volver al pueblo
quedó entre sus intentos olvidados,
ante los panoramas tan brillantes
de los nuevos espacios.
Los desérticos valles de la infancia
sin más razones fueron descartados,
al sentirse maduros y afectados
de un nuevo renacer.
Los herederos de la sangre propia
con visión de universos liberados,
han despreciado el celo por su cuna
sin maldad ni discordia intencionada,
aunque quienes aquí los esperamos
sintamos su actitud como traición.
Allá, en donde conviven,
ellos pretenden que la vida es bella
y se solazan de las urbes grandes,
donde podrán luchar con sus aperos
adquiridos en otras latitudes
lejanas de su tierra y de su gente.
Nada será de nuevo como antaño
pues la vida carnal es una etapa
que les urge enfrentar
con mente abierta;
y hacerlo lejos del terruño amado,
aunque les duela en su alma
si, por ello,
su hogar y su familia los extrañan
y sienten que su amor espera en vano.
MEMORIA:
Domingo 30 de Abril de 1967 en Cumpas, Son. En plática de cantina con J. Humberto Hoyos repasando recuerdos de jóvenes que partieron a estudiar y nunca volvieron a este pueblo.
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