El efímero hálito del vivir - Poemas de Antonio Munguia
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El efímero hálito del vivir
Poema publicado el 02 de Septiembre de 2012
En el fárrago mundano
que obnubila el pensamiento,
el hombre con vano intento
sucumbe al orgullo humano.
Nada redime el empeño
fuera de buscar su gloria
y, con estridente euforia,
siente ser su propio dueño.
Engaño mayor no existe,
lo revela no por suerte
el aguijón de la muerte
que la vida no resiste.
Por eso a tiempo hay que hacer
todo lo planeado y bueno,
que disipamos sin freno
casi empezando a crecer.
Jamás debemos truncar
nuestra ruta apasionante,
pues la vida en un instante
de pronto suele escapar,
mucho antes de disfrutar
una ancianidad triunfante...
Sábado 14 de enero de 1967.- La fiesta en el casino de Agua Prieta celebrando el matrimonio religioso de mi hermana Ma.Elena Rivas con su esposo Fernando Villalobos, la gocé con cierta tristeza al enterarme ahí mismo de la muerte en el lejano Veracruz, de mi amiga y condiscípula secundariana Ana Luisa Machado Salas.
Poema publicado el 02 de Septiembre de 2012
En el fárrago mundano
que obnubila el pensamiento,
el hombre con vano intento
sucumbe al orgullo humano.
Nada redime el empeño
fuera de buscar su gloria
y, con estridente euforia,
siente ser su propio dueño.
Engaño mayor no existe,
lo revela no por suerte
el aguijón de la muerte
que la vida no resiste.
Por eso a tiempo hay que hacer
todo lo planeado y bueno,
que disipamos sin freno
casi empezando a crecer.
Jamás debemos truncar
nuestra ruta apasionante,
pues la vida en un instante
de pronto suele escapar,
mucho antes de disfrutar
una ancianidad triunfante...
Sábado 14 de enero de 1967.- La fiesta en el casino de Agua Prieta celebrando el matrimonio religioso de mi hermana Ma.Elena Rivas con su esposo Fernando Villalobos, la gocé con cierta tristeza al enterarme ahí mismo de la muerte en el lejano Veracruz, de mi amiga y condiscípula secundariana Ana Luisa Machado Salas.
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