Poemas de la ausencia xiii - Poemas de Ángel García Aller
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Poemas de la ausencia xiii
Poema publicado el 22 de Octubre de 2001
Pensar
qué habrá más allá de tus umbrales, más allá
de tu nombre y que a fuerza de distante,
de apenas repetirlo se va desdibujando lenta-
mente como letras de viejo manuscrito, ya sería
al menos un acto de conciencia, suplir
en cierto modo la impalpable
soledad que me rodea en este cuarto,
vacío de ti y de tus cosas (las once
de la noche de un domingo
que se va como han ido los amigos
quedándome tumbado boca arriba
en esta cama de casa realquilada), ya sería
preguntarte qué escondes en tus noches, qué fachadas
blanqueas en los sueños, con qué fuerza
venteas el amor que te describo.
Y si acaso
lograse traspasarte los umbrales, lograse
no pensar en aldabas rituales, abriría
mis adentros con los tuyos, entrañando
nuestro arraigo en la presencia, a las once
de la noche en que te escribo
de un día festivo o tan diario
como el viento que nos puebla o nos reúne
habiéndose marchado los amigos
y quedándome solo en este cuarto
haciendo de tu nombre compañía.
Poema publicado el 22 de Octubre de 2001
Pensar
qué habrá más allá de tus umbrales, más allá
de tu nombre y que a fuerza de distante,
de apenas repetirlo se va desdibujando lenta-
mente como letras de viejo manuscrito, ya sería
al menos un acto de conciencia, suplir
en cierto modo la impalpable
soledad que me rodea en este cuarto,
vacío de ti y de tus cosas (las once
de la noche de un domingo
que se va como han ido los amigos
quedándome tumbado boca arriba
en esta cama de casa realquilada), ya sería
preguntarte qué escondes en tus noches, qué fachadas
blanqueas en los sueños, con qué fuerza
venteas el amor que te describo.
Y si acaso
lograse traspasarte los umbrales, lograse
no pensar en aldabas rituales, abriría
mis adentros con los tuyos, entrañando
nuestro arraigo en la presencia, a las once
de la noche en que te escribo
de un día festivo o tan diario
como el viento que nos puebla o nos reúne
habiéndose marchado los amigos
y quedándome solo en este cuarto
haciendo de tu nombre compañía.
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