Esperanza (109) - Poemas de Agueda Molina
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Esperanza (109)
Poema publicado el 26 de Marzo de 2020
Espera…
espera y aguarda con paciencia,
espera…
espera a que llegue el momento.
Hoy la gente
¡Grita, corre, chilla y alborota!
más que nunca.
Mientras…
nosotros aguardamos, como aletargados,
a que pase el tiempo,
a que llegue el momento.
Luego…
cuando ya no quede nada
solo el recuerdo de lo pasado,
y lo hecho sea solamente eso: un hecho,
surgiremos de la penumbra
como sombras fantasmales
surgiendo del olvido.
Y cuando ya no quede nada…
cuando el eco de la gente nos envuelva
como música que adormece nuestra mente.
Nosotros…
¡Sin prisas, sin gritos, sin jaleo!
podremos dedicarnos
lenta y tranquilamente
a las funciones que reclama el corazón.
¡Lucharemos incansables
henchidos de valor!
Pongamos fin a esta locura que nos roe las entrañas
vaguemos por las calles solitarias,
pensemos que el mundo aquí no acaba:
¿Un futuro nos aguarda?
¿Un porvenir brillante y claro?
No sé, tal vez sea egoísmo, hipocresía o maldad.
Pero esto sí lo sé:
¡Jamás lograremos alcanzar la paz definitiva!
Por ello…
busquemos un refugio:
el fondo del mar, los bosques y selvas sin hollar
o las blancas cúspides de las montañas.
Un rincón para nosotros; recogido y sin odio.
Un rincón de ternura, olvido y perdón,
aunque sea por un momento:
¡Ven conmigo a vivir en paz!
@A.Molina2019
Poema publicado el 26 de Marzo de 2020
Espera…
espera y aguarda con paciencia,
espera…
espera a que llegue el momento.
Hoy la gente
¡Grita, corre, chilla y alborota!
más que nunca.
Mientras…
nosotros aguardamos, como aletargados,
a que pase el tiempo,
a que llegue el momento.
Luego…
cuando ya no quede nada
solo el recuerdo de lo pasado,
y lo hecho sea solamente eso: un hecho,
surgiremos de la penumbra
como sombras fantasmales
surgiendo del olvido.
Y cuando ya no quede nada…
cuando el eco de la gente nos envuelva
como música que adormece nuestra mente.
Nosotros…
¡Sin prisas, sin gritos, sin jaleo!
podremos dedicarnos
lenta y tranquilamente
a las funciones que reclama el corazón.
¡Lucharemos incansables
henchidos de valor!
Pongamos fin a esta locura que nos roe las entrañas
vaguemos por las calles solitarias,
pensemos que el mundo aquí no acaba:
¿Un futuro nos aguarda?
¿Un porvenir brillante y claro?
No sé, tal vez sea egoísmo, hipocresía o maldad.
Pero esto sí lo sé:
¡Jamás lograremos alcanzar la paz definitiva!
Por ello…
busquemos un refugio:
el fondo del mar, los bosques y selvas sin hollar
o las blancas cúspides de las montañas.
Un rincón para nosotros; recogido y sin odio.
Un rincón de ternura, olvido y perdón,
aunque sea por un momento:
¡Ven conmigo a vivir en paz!
@A.Molina2019
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