Armenia - Poemas de YANIRA SOUNDY
Armenia
Poema publicado el 08 de Agosto de 2003
El pájaro duerme entre las ramas y el camino es seco y áspero.
Llegan las mañanas tibias de abril y la luna perezosa no se abre más a los
ojos sin pestañas de mis muñecas, para correr por los portales de Armenia
y cantarle mis versos a las flores. Este es el primer recuerdo que tengo
de Armenia, una visita que hicimos con mis padres a la casa de Claudia
Lars, había feria en el pueblo, un son de salsa y merengue, un ramo de
risas y flores en el parque.
Yo admiraba desde niña a Claudia Lars, para mí conocer Armenia era como
entrar a su jardín secreto, en donde el pájaro cantaba en un mirador de
colores con voz casi humana y permanecían en silencio la “Escuela de
Pájaros” y “La Casa de Vidrio” de sus poemas...era entrar en ese río
dormido y escuchar la música de las palmeras bajo un cielo plácido y
blando.
Mi último recuerdo de Armenia fue la presentación de mi libro “Sílabas
Celestes” gracias al Comité de Apoyo y a la Casa de la Cultura. Nos
reunimos un grupo bastante grande de escritores con estudiantes y amas de
casa, profesores y promotores culturales, en ese entonces el pueblo de
Armenia tenía la cara pintada de blanco, el adobe de sus casas, sus
portales, el parque , las calles adoquinadas estaban de pie...
Hoy Armenia está derrumbada...y en su tierra se abren mis manos para
recoger aquellos recuerdos. El sol ha mandado su rayo de oro a las
palmeras, el pueblo está callado y triste.
Los terremotos dejaron a Armenia herida y llena de hojas secas. Pero a
pesar del desastre sigue intacto el jardín de la Escuela de Pájaros de
Claudia, ese donde ella canta y nos mira sonriendo mientras se levantan
las nubes en medio del polvo.
Armenia no ha perdido mis recuerdos, permanecen allí con miradas que abren
hojas de colores a la primavera.
¡Armenia.... vayan a ti mis plegarias y que las olas del mar sequen todas
tus lágrimas!
Poema publicado el 08 de Agosto de 2003
El pájaro duerme entre las ramas y el camino es seco y áspero.
Llegan las mañanas tibias de abril y la luna perezosa no se abre más a los
ojos sin pestañas de mis muñecas, para correr por los portales de Armenia
y cantarle mis versos a las flores. Este es el primer recuerdo que tengo
de Armenia, una visita que hicimos con mis padres a la casa de Claudia
Lars, había feria en el pueblo, un son de salsa y merengue, un ramo de
risas y flores en el parque.
Yo admiraba desde niña a Claudia Lars, para mí conocer Armenia era como
entrar a su jardín secreto, en donde el pájaro cantaba en un mirador de
colores con voz casi humana y permanecían en silencio la “Escuela de
Pájaros” y “La Casa de Vidrio” de sus poemas...era entrar en ese río
dormido y escuchar la música de las palmeras bajo un cielo plácido y
blando.
Mi último recuerdo de Armenia fue la presentación de mi libro “Sílabas
Celestes” gracias al Comité de Apoyo y a la Casa de la Cultura. Nos
reunimos un grupo bastante grande de escritores con estudiantes y amas de
casa, profesores y promotores culturales, en ese entonces el pueblo de
Armenia tenía la cara pintada de blanco, el adobe de sus casas, sus
portales, el parque , las calles adoquinadas estaban de pie...
Hoy Armenia está derrumbada...y en su tierra se abren mis manos para
recoger aquellos recuerdos. El sol ha mandado su rayo de oro a las
palmeras, el pueblo está callado y triste.
Los terremotos dejaron a Armenia herida y llena de hojas secas. Pero a
pesar del desastre sigue intacto el jardín de la Escuela de Pájaros de
Claudia, ese donde ella canta y nos mira sonriendo mientras se levantan
las nubes en medio del polvo.
Armenia no ha perdido mis recuerdos, permanecen allí con miradas que abren
hojas de colores a la primavera.
¡Armenia.... vayan a ti mis plegarias y que las olas del mar sequen todas
tus lágrimas!
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