Chio sam - Poemas de Selfa Chew
Chio sam
Poema publicado el 24 de Abril de 2007
Dice mi madre que no es posible
que yo recuerde el olor a pan
ni el bambú sosteniendo el vapor que se escapaba
de la cocina de mi abuelo.
No es posible que recuerde su canto en cantonés
en su mirada delgada y orgullosa
en su bastón y sus zapatos quietos.
Veo todavía el olor a cigarro y sus dientes amarillos
la vitrina, el nombre rojo del lugar
en que mi abuelo cocinaba
y los trajes, los inmóviles sombreros
contemplando el pan blanco
almohada tenue que envolvía
el sabor definitivo del almuerzo.
Veo la penumbra y sus palabras cortas
como las galletas adivinas
que ahora dan en restaurantes chinos
y que mi abuelo no supo ganarían algunos clientes
y una expectativa más
de lo que debemos ser o dar los orientales.
Crecerás
Construirás murallas
Olvidarás la marcha detenida
en el café de mesas rojas
y la cascada de cubiertos a lavar
interminable detergente al fondo
el vapor del pan blanco
suave
tibio.
Pero mi madre dice es imposible
que yo entendiera los avisos del abuelo:
yo no hablaba aún y él
sólo cantaba cantonés.
Poema publicado el 24 de Abril de 2007
Dice mi madre que no es posible
que yo recuerde el olor a pan
ni el bambú sosteniendo el vapor que se escapaba
de la cocina de mi abuelo.
No es posible que recuerde su canto en cantonés
en su mirada delgada y orgullosa
en su bastón y sus zapatos quietos.
Veo todavía el olor a cigarro y sus dientes amarillos
la vitrina, el nombre rojo del lugar
en que mi abuelo cocinaba
y los trajes, los inmóviles sombreros
contemplando el pan blanco
almohada tenue que envolvía
el sabor definitivo del almuerzo.
Veo la penumbra y sus palabras cortas
como las galletas adivinas
que ahora dan en restaurantes chinos
y que mi abuelo no supo ganarían algunos clientes
y una expectativa más
de lo que debemos ser o dar los orientales.
Crecerás
Construirás murallas
Olvidarás la marcha detenida
en el café de mesas rojas
y la cascada de cubiertos a lavar
interminable detergente al fondo
el vapor del pan blanco
suave
tibio.
Pero mi madre dice es imposible
que yo entendiera los avisos del abuelo:
yo no hablaba aún y él
sólo cantaba cantonés.
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