Mujer de la naturaleza - Poemas de Santiago Oreggia
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Mujer de la naturaleza
Poema publicado el 26 de Junio de 2001
Su belleza es comparable a un cielo luminoso de estrellas.
Vuela en sus rollers, haciéndole piruetas a la vida,
salta en paracaídas, queriendo imitar a los pájaros,
se eleva por los espacios, colmando su alma,
con el ser más adorable de su existencia;
su niña...
cumbre de su presencia,
regocijo de sus sueños terrenales.
El arte es parte de su vida,
pintando con su pincel, los matices de su corazón,
volcando en la tela de la vida,
sus colores de amor por los demás,
síntoma de su liderazgo creativo, investigativo,
en pos de los más necesitados,
y de un mundo mejor.
Dicen que es inquieta, ansiosa y a veces intolerante,
que su corazón vuela por los espacios del no sé que...
Por el contrario, es extremadamente intuitiva,
percibiendo el mundo que la rodea,
tal cual es,
en pos del tan ansiado renacimiento del amor,
que su interior aguarda con su natural impaciencia,
de ese hombre varonil, fuerte decidido, que
haga estremecer su corazón, a cada hora, a cada instante.
Determinante, vive cada momento de su vida,
como si fuera el último...
con emociones profundas, duraderas,
que la transportan por los espacios siderales
renaciendo con tenacidad,
cada mañana al abrir los ojos y ver el sol,
en un desafió disfrutante de la vida.
Allí por los lares del Oeste,
reina su majestad,
una dulce niña sin edad,
de aquellos privilegiados que
viven la vida,
sin síntomas del tiempo,
primorosos y adolescentes en su interior,
sinónimo de gaviota espacial,
cándidamente prefijo de,
mujer de la naturaleza
Reservados todos los derechos Santiago Oreggia©
Poema publicado el 26 de Junio de 2001
Su belleza es comparable a un cielo luminoso de estrellas.
Vuela en sus rollers, haciéndole piruetas a la vida,
salta en paracaídas, queriendo imitar a los pájaros,
se eleva por los espacios, colmando su alma,
con el ser más adorable de su existencia;
su niña...
cumbre de su presencia,
regocijo de sus sueños terrenales.
El arte es parte de su vida,
pintando con su pincel, los matices de su corazón,
volcando en la tela de la vida,
sus colores de amor por los demás,
síntoma de su liderazgo creativo, investigativo,
en pos de los más necesitados,
y de un mundo mejor.
Dicen que es inquieta, ansiosa y a veces intolerante,
que su corazón vuela por los espacios del no sé que...
Por el contrario, es extremadamente intuitiva,
percibiendo el mundo que la rodea,
tal cual es,
en pos del tan ansiado renacimiento del amor,
que su interior aguarda con su natural impaciencia,
de ese hombre varonil, fuerte decidido, que
haga estremecer su corazón, a cada hora, a cada instante.
Determinante, vive cada momento de su vida,
como si fuera el último...
con emociones profundas, duraderas,
que la transportan por los espacios siderales
renaciendo con tenacidad,
cada mañana al abrir los ojos y ver el sol,
en un desafió disfrutante de la vida.
Allí por los lares del Oeste,
reina su majestad,
una dulce niña sin edad,
de aquellos privilegiados que
viven la vida,
sin síntomas del tiempo,
primorosos y adolescentes en su interior,
sinónimo de gaviota espacial,
cándidamente prefijo de,
mujer de la naturaleza
Reservados todos los derechos Santiago Oreggia©
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