Me voy.
Me acuden las palabras
y las piedras
y el aire.
Beso los vituperios y la hierba,
acontúmbrome al odio, amo la lucha,
mato a mi hermano si mi hermano mata,
reivindico la música del pino,
lo noble en la lujuria nupcial,
tomo las manos de los hijos incrédulos
y los llevo al espejo a escucharse la sangre,
huyo de las espinas que me amaron,
me reconozco obligatoriamente al despertar
paso revista a los fervientes huesos
que soportaron mi existencia de ciego,
me pregunto por ti, recuerdo tu hambre,
te robo un mínimo puñado de dolor,
camino después de hoy, os amo a todos,
os amo a todos, caminad conmigo...
(De: La ventana en el rostro-Concultura, El Salvador)
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