Valiente - Poemas de Patricia Zuleta
Valiente
Poema publicado el 11 de Febrero de 2022
Valiente
En un barrio lleno de casuchas armadas con basura y desperdicios de la ciudad, se apiñaban las mujeres con sus hijos o solo los hijos, porque hay que rebuscarse por el pan.
Es vienes, sinónimo de desgracia porque los hombres, apenas les pagan y corren a la cantina. Se ve al hombre tropezar, entrar a su casa, se oyen gritos de reclamos injustificados, el solo quiere descargar su decepción en alguien. La mujer soporta los insultos y hasta unos golpes. Pero su rabia se vuelve contra los niños que lloran, ella sin darse cuenta como toma el cuchillo de la mesa y en certero golpe cae al suelo el infeliz hombre.
Asustada no sabe que hacer y sale a la puerta llena de espanto y sangre, sus vecinas la ven y acude la más vieja y ordena: "Aquí no a pasado nada, me oyen NADA"
Presurosas toman el cuerpo, se van al predio baldío y cavan una fosa, le colocan muchas piedras grandes y pesadas y mucha sal, al final tierra. Y dice la matrona: "Los hombre lo hacen con nosotras y nadie dice nada, es justo que hoy lo hagamos nosotras, los hombres estan en la cantina o aún no vuelven de su trabajo, aquí no a pasado nada"
Todas regresan a sus chosas, con una extraña paz que sobrecoge.
Vengan niñas, mañana sembraremos tomates, frijoles y más, tenemos bien abonado el terreno.
Patricia Zuleta, cantora
El Salvador
Poema publicado el 11 de Febrero de 2022
Valiente
En un barrio lleno de casuchas armadas con basura y desperdicios de la ciudad, se apiñaban las mujeres con sus hijos o solo los hijos, porque hay que rebuscarse por el pan.
Es vienes, sinónimo de desgracia porque los hombres, apenas les pagan y corren a la cantina. Se ve al hombre tropezar, entrar a su casa, se oyen gritos de reclamos injustificados, el solo quiere descargar su decepción en alguien. La mujer soporta los insultos y hasta unos golpes. Pero su rabia se vuelve contra los niños que lloran, ella sin darse cuenta como toma el cuchillo de la mesa y en certero golpe cae al suelo el infeliz hombre.
Asustada no sabe que hacer y sale a la puerta llena de espanto y sangre, sus vecinas la ven y acude la más vieja y ordena: "Aquí no a pasado nada, me oyen NADA"
Presurosas toman el cuerpo, se van al predio baldío y cavan una fosa, le colocan muchas piedras grandes y pesadas y mucha sal, al final tierra. Y dice la matrona: "Los hombre lo hacen con nosotras y nadie dice nada, es justo que hoy lo hagamos nosotras, los hombres estan en la cantina o aún no vuelven de su trabajo, aquí no a pasado nada"
Todas regresan a sus chosas, con una extraña paz que sobrecoge.
Vengan niñas, mañana sembraremos tomates, frijoles y más, tenemos bien abonado el terreno.
Patricia Zuleta, cantora
El Salvador
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