Susurro - Poemas de Manuel Cabello RamÍrez
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Susurro
Poema publicado el 30 de Mayo de 2022
Susurro
Un suave susurro, como nube de niebla recorrió mi cuello, indicando que tu aliento cálido recorre mi cuerpo buscando los recónditos misterios de nuestro ser, tu sonrisa me indicaba que eras feliz en este encuentro, vibramos con un amor indescriptible era la unión que deseamos con tanto anhelo en encuentros fugases que logramos mantener en secreto.
Tanto era nuestros deseo que nos olvidamos del tiempo pasaron segundos, minutos, horas no sé, estaba embriagado con todo tu amor de frágil mujer que me amaba con esa intensa ansia de descubrir lo incierto que rodeaba el entorno que nos cuidaba en ese refugio que buscábamos siempre para vernos.
Tu corazón agitado me indicaba la pasión del momento éramos niños descubriendo la belleza del amor ingenuo que nos envolvía con sustento de tantos planes a futuro que escribíamos en esos encuentros, mas todo parecía fluir como queríamos plasmar en ese abrazo con dulzura que nos cobijaba en el lecho.
Los susurros en mi oído me decían la felicidad que tenias en mente para seguir jugando a ser mi amada, tu agitado cuerpo me indicaba lo placentero que era esa mágica noche, la lluvia de estrellas que iluminaban el cielo y esa curiosa ventana que nos observaba desde el rincón del cuarto, tus ojos como dos luciérnagas iluminaban la oscuridad del momento.
Amaneció y el sol que escurría por los pasillos indicaba que otro día había llegado, tan corto era ese maravilloso desfile de sueños y deseos que nos acogió la oscuridad del ocaso nocturno, te vestiste con delicadeza, más el aroma de tu cuerpo me invadió con una despedida de tristeza, en espera delirante de otro encuentro soñado con tu deseada presencia
Poema publicado el 30 de Mayo de 2022
Susurro
Un suave susurro, como nube de niebla recorrió mi cuello, indicando que tu aliento cálido recorre mi cuerpo buscando los recónditos misterios de nuestro ser, tu sonrisa me indicaba que eras feliz en este encuentro, vibramos con un amor indescriptible era la unión que deseamos con tanto anhelo en encuentros fugases que logramos mantener en secreto.
Tanto era nuestros deseo que nos olvidamos del tiempo pasaron segundos, minutos, horas no sé, estaba embriagado con todo tu amor de frágil mujer que me amaba con esa intensa ansia de descubrir lo incierto que rodeaba el entorno que nos cuidaba en ese refugio que buscábamos siempre para vernos.
Tu corazón agitado me indicaba la pasión del momento éramos niños descubriendo la belleza del amor ingenuo que nos envolvía con sustento de tantos planes a futuro que escribíamos en esos encuentros, mas todo parecía fluir como queríamos plasmar en ese abrazo con dulzura que nos cobijaba en el lecho.
Los susurros en mi oído me decían la felicidad que tenias en mente para seguir jugando a ser mi amada, tu agitado cuerpo me indicaba lo placentero que era esa mágica noche, la lluvia de estrellas que iluminaban el cielo y esa curiosa ventana que nos observaba desde el rincón del cuarto, tus ojos como dos luciérnagas iluminaban la oscuridad del momento.
Amaneció y el sol que escurría por los pasillos indicaba que otro día había llegado, tan corto era ese maravilloso desfile de sueños y deseos que nos acogió la oscuridad del ocaso nocturno, te vestiste con delicadeza, más el aroma de tu cuerpo me invadió con una despedida de tristeza, en espera delirante de otro encuentro soñado con tu deseada presencia
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