Tierra del sur - Poemas de Lobaiza De Rivera, Lidia Esther
 |
|
|
|
|
 | ||||
Tierra del sur
Poema publicado el 21 de Septiembre de 2002
Tierra del sur
Ahora,
que la alquimia de este tiempo irisado de presagios,
mastica mi ventana, con un soplo de invierno
abierto al miedo;
ahora ,
que a solas te contemplo
a horcajadas del viento gris de los recuerdos,
cuando todo se tiñe de silencios,
te siento niña luz sobre la aurora,
gaviota extendida en el vuelo de mis ansias,
virgen novia de cantos y pájaros nupciales,
bajo rumor ingrávido de este afluente marrón
que te desposa.
Vestida de dolor llegué hasta ti,
mansa tierra del sur con rescoldos de gloria,
mendigando tu perfil de azahares y palomas;
entregué pálidas cantigas de mi huerto
sobre el roto pañuelo de los días,
imploré la esperanza y el milagro
a tu regazo de entrega generosa, a solas...
Y hoy, cuando el cansancio descansa
dormido en la bruma desnuda de las olas;
renacida mi fe en la voz fluvial de los remansos:
déjame la lisura de mi trova, mi homenaje
a tu gente sencilla, a la honrada faena de los días,
galerna de luceros en los surcos de bíblicos sudores,
del sustento ganado,
paz en el vino camarada, donde anidan
estrellas , el sol, las caracolas,
tu arena, el agua fiel con poemas de escamas.
Tierra engendrada en destino de río,
quiero darte las gracias, a solas,
por este viento azul que nos enlaza,
por este canto que triza mis ensueños,
por tu estirpe con destino de entrega,
tierra del sur,
anclada en mi memoria.
Poema publicado el 21 de Septiembre de 2002
Tierra del sur
Ahora,
que la alquimia de este tiempo irisado de presagios,
mastica mi ventana, con un soplo de invierno
abierto al miedo;
ahora ,
que a solas te contemplo
a horcajadas del viento gris de los recuerdos,
cuando todo se tiñe de silencios,
te siento niña luz sobre la aurora,
gaviota extendida en el vuelo de mis ansias,
virgen novia de cantos y pájaros nupciales,
bajo rumor ingrávido de este afluente marrón
que te desposa.
Vestida de dolor llegué hasta ti,
mansa tierra del sur con rescoldos de gloria,
mendigando tu perfil de azahares y palomas;
entregué pálidas cantigas de mi huerto
sobre el roto pañuelo de los días,
imploré la esperanza y el milagro
a tu regazo de entrega generosa, a solas...
Y hoy, cuando el cansancio descansa
dormido en la bruma desnuda de las olas;
renacida mi fe en la voz fluvial de los remansos:
déjame la lisura de mi trova, mi homenaje
a tu gente sencilla, a la honrada faena de los días,
galerna de luceros en los surcos de bíblicos sudores,
del sustento ganado,
paz en el vino camarada, donde anidan
estrellas , el sol, las caracolas,
tu arena, el agua fiel con poemas de escamas.
Tierra engendrada en destino de río,
quiero darte las gracias, a solas,
por este viento azul que nos enlaza,
por este canto que triza mis ensueños,
por tu estirpe con destino de entrega,
tierra del sur,
anclada en mi memoria.
¿Te gusta este poema? Compártelo:
«« más poemas de Lobaiza De Rivera, Lidia Esther