Epílogo - Poemas de Francisco Álvarez Velasco
Epílogo
Poema publicado el 24 de Diciembre de 2005
Pasan las buenas gentes,
los que no tienen parte en la palabra,
y buscan sus rincones.
Preferirán hablar a solas por su sueño,
remover las escorias,
confortarse en las ascuas que les restan
diminutas (¡no importa!),
vivas ascuas que palpan por su pecho.
¿De qué les va a servir,
ordenados frente a hogueras gloriosas,
que les muestres palabras en filas destellantes,
llamaradas efímeras
que ni siquiera duran cuando vuelves
la página y son fría ceniza ya olvidada?
Pasan las buenas gentes
y vanse a su silencio
y vanse hasta la orilla del fuego que les queda,
donde un tiempo pausado se consume y no fluye
incesante sonido por las ascuas.
Pasan las buenas gentes,
y abrigan su ternura muy adentro.
Allá, en su propio pecho.
Poema publicado el 24 de Diciembre de 2005
Pasan las buenas gentes,
los que no tienen parte en la palabra,
y buscan sus rincones.
Preferirán hablar a solas por su sueño,
remover las escorias,
confortarse en las ascuas que les restan
diminutas (¡no importa!),
vivas ascuas que palpan por su pecho.
¿De qué les va a servir,
ordenados frente a hogueras gloriosas,
que les muestres palabras en filas destellantes,
llamaradas efímeras
que ni siquiera duran cuando vuelves
la página y son fría ceniza ya olvidada?
Pasan las buenas gentes
y vanse a su silencio
y vanse hasta la orilla del fuego que les queda,
donde un tiempo pausado se consume y no fluye
incesante sonido por las ascuas.
Pasan las buenas gentes,
y abrigan su ternura muy adentro.
Allá, en su propio pecho.
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