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Soldado de la libertad - Poemas de FERNANDO CALDERÓN


 
 
Soldado de la libertad
Poema publicado el 02 de Junio de 2001

               

Sobre un caballo brioso
camina un joven guerrero
cubierto de duro acero,
lleno de bélico ardor.

Lleva la espada en el cinto,
lleva en la cuja la lanza,
brilla en su faz la esperanza,
en sus ojos el valor.

De su diestra el guante quita,
y el robusto cuello halaga,
y la crin, que al viento vaga
de su compañero fiel.

Al sentirse acariciado
por la mano del valiente,
ufano alzando la frente
relincha el noble corcel.

Su negro pecho y sus brazos
de blanca espuma se llenan;
sus herraduras resuenan
sobre el duro pedernal;

y al compás de sus pisadas,
y al ronco son del acero,
alza la voz el guerrero
con un acento inmortal:

"Vuela, vuela, corcel mío
          denodado;
no abatan tu noble brío
enemigos escuadrones,
que el fuego de los cañones
siempre altivo has despreciado,
          y mil veces
          has oído
          su estallido
          aterrador,
          como un canto
          de victoria,
          de tu gloria
          precursor.

"Entre hierros, con oprobio
gocen otros de la paz;
yo no, que busco en la guerra
la muerte o la libertad.


"Yo dejé el paterno asilo
          delicioso:
dejé mi existir tranquilo
para ceñirme la espada,
y del seno de mi amada
supe arrancarme animoso;
          vi al dejarla
          su tormento,
          ¡qué momento
          de dolor!
          Vi su llanto
          y pena impía;
          fue a la mía
          superior.

"Entre hierros, con oprobio
gocen otros de la paz;
yo no, que busco en la guerra
la muerte o la libertad."


"El artero cortesano
          la grandeza
busque adulando al tirano
y doblando la rodilla;
mi trotón y humilde silla
no daré por su riqueza,
          y bien pueden
          sus salones
          con canciones
          resonar:
          corcel mío,
          yo prefiero
          tu altanero
          relinchar.

"Entre hierros, con oprobio
gocen otros de la paz;
yo no, que busco en la guerra
la muerte o la libertad."


"Vuela, bruto generoso
          que ha llegado
el momento venturoso
de mostrar tu noble brío,
y hollar del tirano impío
el pendón abominado.
          En su alcázar
          relumbrante
          arrogante
          pisarás,
          y en su pecho
          con bravura
          tu herradura
          estamparás.

"Entre hierros, con oprobio
gocen otros de la paz;
yo no, que busco en la guerra
la muerte o la libertad."


Así el guerrero cantaba
cuando resuena en su oído
un lejano sordo ruido,
como de guerra el fragor.

"¡A la lid!", él fuerte grita,
en los estribos se afianza
y empuña la dura lanza,
lleno de insólito ardor.

En sus ojos, en su frente,
la luz brilla de la gloria,
un presagio de victoria,
un rayo de libertad.

Del monte en las quiebras hondas
resuena su voz terrible,
como el huracán horrible
que anuncia la tempestad.

Rápido vuela el caballo,
ya del combate impaciente,
mucho más que el rayo ardiente
en su carrera veloz.

Entre una nube de polvo
desaparece el guerrero:
se ve aún brillar su acero,
se oye a lo lejos su voz:

"¡Gloria, gloria!¡Yo no quiero
una vergonzosa paz;
busco en medio de la guerra
la muerte o la libertad!"



Selección: Juan Domingo Argüelles.

       

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