Recitación a unión cantinil - Poemas de Bernardo David Velásquez Figueróa
Recitación a unión cantinil
Poema publicado el 07 de Marzo de 2002
RECITACIÓN A UNIÓN CANTINIL.
En el país de la eterna primavera, existe un terruño prodigioso
donde el paisaje es un auténtico oasis lleno de vida;
donde el aroma a flores y resina lo hacen prestigioso;
donde el canto de las aves es el coro de una hermosa despedida.
Unión Cantinil, es un paraíso fresco como una rosa;
como un edén que se transforma con el vuelo de una mariposa.
El prado, soplo de vida y esperanza, sobre tu corteza reposa;
mariposas de brillantes colores que como una bella y hermosa
estampa multicolores hipnotizan hasta a una diosa.
Ah, Unión Cantinil; tierra de mujeres y hombres trabajadores;
tierra de niños y niñas con espíritu de triunfo y desarrollo;
tierra de impresionante ecología y de hermosas mujeres;
tierra de gente campesina que se esfuerza como el criollo
aquel que incondicionalmente coadyuva y lo convierte como los mejores
hombres que labran tu tierra fértil donde se cultiva el café y claveles multicolores.
Suspiro por las regiones
donde vuelan los pajarillos y el soplo helado del viento;
que parece en su movimiento
sollozar de alegría hasta el firmamento;
Como extraño los campos olorosos
y de ríos caudalosos
donde ostenta siempre el cielo,
a través del aéreo velo
que cubre tu bóveda sombría con un manto
teñido de azul y blanco pelo.
Cuando el poeta piensa y reflexiona en su despertar;
siente un su espíritu una profunda paz;
una paz que brota por tu belleza natural que no se puede agotar;
una luz parpadeante que envuelve y acaricia su faz;
la luz que alumbra mi destino y el recorrido de mi caminar.
Quisiera durante las tardes de verano
ver tus fuentes cristalinas;
deslizarse por montes y praderas de un lejano
horizonte que cubre de llanto las cortinas
del silencio
Oh Cantinil, ni en mi mente podría olvidarte;
mis ojos no podrían contemplar otro cielo, otros montes y otro horizonte.
Soy cien por ciento cantinilense, y por eso no debo abandonarte;
Eres como un frágil pétalo y una alfombra resplandeciente.
Unión Cantinil, deja que te cante, que descubra tus secretos;
porque el trineo de los pajarillos indica cuan grande es su felicidad.
Todos tus valientes hijos son dichosos,
por tener una tierra como el oro y un cielo azul como la inmensidad;
y hay de aquel soberbio y traidor que tu honor pretenda manchar;
Porque con pluma y letra de oro, tu nombre se vuelve inmortal.
AUTOR: Bernardo David Velásquez Figueróa.
Poema publicado el 07 de Marzo de 2002
RECITACIÓN A UNIÓN CANTINIL.
En el país de la eterna primavera, existe un terruño prodigioso
donde el paisaje es un auténtico oasis lleno de vida;
donde el aroma a flores y resina lo hacen prestigioso;
donde el canto de las aves es el coro de una hermosa despedida.
Unión Cantinil, es un paraíso fresco como una rosa;
como un edén que se transforma con el vuelo de una mariposa.
El prado, soplo de vida y esperanza, sobre tu corteza reposa;
mariposas de brillantes colores que como una bella y hermosa
estampa multicolores hipnotizan hasta a una diosa.
Ah, Unión Cantinil; tierra de mujeres y hombres trabajadores;
tierra de niños y niñas con espíritu de triunfo y desarrollo;
tierra de impresionante ecología y de hermosas mujeres;
tierra de gente campesina que se esfuerza como el criollo
aquel que incondicionalmente coadyuva y lo convierte como los mejores
hombres que labran tu tierra fértil donde se cultiva el café y claveles multicolores.
Suspiro por las regiones
donde vuelan los pajarillos y el soplo helado del viento;
que parece en su movimiento
sollozar de alegría hasta el firmamento;
Como extraño los campos olorosos
y de ríos caudalosos
donde ostenta siempre el cielo,
a través del aéreo velo
que cubre tu bóveda sombría con un manto
teñido de azul y blanco pelo.
Cuando el poeta piensa y reflexiona en su despertar;
siente un su espíritu una profunda paz;
una paz que brota por tu belleza natural que no se puede agotar;
una luz parpadeante que envuelve y acaricia su faz;
la luz que alumbra mi destino y el recorrido de mi caminar.
Quisiera durante las tardes de verano
ver tus fuentes cristalinas;
deslizarse por montes y praderas de un lejano
horizonte que cubre de llanto las cortinas
del silencio
Oh Cantinil, ni en mi mente podría olvidarte;
mis ojos no podrían contemplar otro cielo, otros montes y otro horizonte.
Soy cien por ciento cantinilense, y por eso no debo abandonarte;
Eres como un frágil pétalo y una alfombra resplandeciente.
Unión Cantinil, deja que te cante, que descubra tus secretos;
porque el trineo de los pajarillos indica cuan grande es su felicidad.
Todos tus valientes hijos son dichosos,
por tener una tierra como el oro y un cielo azul como la inmensidad;
y hay de aquel soberbio y traidor que tu honor pretenda manchar;
Porque con pluma y letra de oro, tu nombre se vuelve inmortal.
AUTOR: Bernardo David Velásquez Figueróa.
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