Negrura y decepción - Poemas de Antonio R Munguia
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Negrura y decepción
Poema publicado el 19 de Septiembre de 2016
Es la negrura de un futuro infame
Lo que empaña el final de mi existencia.
Desmayo cada día de impaciencia
Porque el Señor a su solar me llame.
Ya a nadie tengo aquí que me retenga,
Ni empresa que me importe o que me aliente.
Volver al paraíso me es urgente
Y espero que del cielo la orden venga.
La humanidad no tiene compostura,
Ni una remota idea de sus metas.
Tiene como una mina entre sus vetas
Hilos de decepción y de negrura.
Semejante futuro no me inspira
Para alternar con mis actuales penas.
Mejor es dar al cielo cuentas buenas
Con impaciencia sí, pero sin ira.
Decepciones de todo me acompañan
Al regresar al seno del Dios bueno.
Él sabe que jamás puse veneno
En el vaso de hiel de las que engañan.
Dejaré en este mundo a que marchiten
Ingratitudes y demás maldades
Que me acosaron con perversidades.
No voltearé hacia atrás aunque me griten.
Nada me hará volver al grupo insano
Que en esta vida me abrigó mezquino.
Al reencarnar escogeré un destino
Vegetal o animal...pero no humano.
Mi vida habrá de ser libre y sin frenos
Que me obliguen a ser eterno esclavo.
Si como un animal quiero ser bravo,
Y como vegetal dar fruto al menos.
Alejado en los montes solitario
Quiero vivir muy lejos del bullicio;
Donde no lleguen la maldad ni el vicio,
Ni el desamor que me hizo presidiario.
Quiero morar al pie de verdes montes
O en cimas recubiertas con la nieve.
O en paraje soleado que me lleve
A soñar con divinos horizontes.
No pretendo una vida de paseo
Ni otra vez ser un necio y timorato,
Prefiero no volver si no hago un trato
Que me conceda ser lo que deseo.
Así que desde ahora con certeza
Mi petición pongo ante Dios muy firme,
Que conste que la he hecho antes de irme
Y la dictan mi honor y mi tristeza...
Poema publicado el 19 de Septiembre de 2016
Es la negrura de un futuro infame
Lo que empaña el final de mi existencia.
Desmayo cada día de impaciencia
Porque el Señor a su solar me llame.
Ya a nadie tengo aquí que me retenga,
Ni empresa que me importe o que me aliente.
Volver al paraíso me es urgente
Y espero que del cielo la orden venga.
La humanidad no tiene compostura,
Ni una remota idea de sus metas.
Tiene como una mina entre sus vetas
Hilos de decepción y de negrura.
Semejante futuro no me inspira
Para alternar con mis actuales penas.
Mejor es dar al cielo cuentas buenas
Con impaciencia sí, pero sin ira.
Decepciones de todo me acompañan
Al regresar al seno del Dios bueno.
Él sabe que jamás puse veneno
En el vaso de hiel de las que engañan.
Dejaré en este mundo a que marchiten
Ingratitudes y demás maldades
Que me acosaron con perversidades.
No voltearé hacia atrás aunque me griten.
Nada me hará volver al grupo insano
Que en esta vida me abrigó mezquino.
Al reencarnar escogeré un destino
Vegetal o animal...pero no humano.
Mi vida habrá de ser libre y sin frenos
Que me obliguen a ser eterno esclavo.
Si como un animal quiero ser bravo,
Y como vegetal dar fruto al menos.
Alejado en los montes solitario
Quiero vivir muy lejos del bullicio;
Donde no lleguen la maldad ni el vicio,
Ni el desamor que me hizo presidiario.
Quiero morar al pie de verdes montes
O en cimas recubiertas con la nieve.
O en paraje soleado que me lleve
A soñar con divinos horizontes.
No pretendo una vida de paseo
Ni otra vez ser un necio y timorato,
Prefiero no volver si no hago un trato
Que me conceda ser lo que deseo.
Así que desde ahora con certeza
Mi petición pongo ante Dios muy firme,
Que conste que la he hecho antes de irme
Y la dictan mi honor y mi tristeza...
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