Una inocente huida. - Poemas de Juan Carlos Ayala
Una inocente huida.
Poema publicado el 10 de Diciembre de 2024
UNA INOCENTE HUIDA.
(Juan Carlos Ayala)
Una lombriz subió en busca
de comida, muy de mañana,
aún las plantas lloraban
el sereno agudo de la noche;
el sol se quitaba su pijama
y se aprestaba para calentar
el alba.
Una paloma de castilla
cerca estaba,
color café con leche,
de pico gris muy fino,
dos líneas negras delineaban
la parte superior de sus ojos,
estrella de rock parecía la ave,
se dijo viendo fijamente
a la lombriz:
--allí está mi desayuno;
la lombriz inocentemente,
viéndola hacia arriba, le pregunto:
--¿buscas comida al igual que yo?,
antes que la paloma
contestara, del cielo cayó un sanate
negro, de un negro brillante,
como si llevara puesta una capa,
miro fijamente a la paloma y le dijo:
--si me la robas te saco los ojos,
mi pico es más grande;
la paloma contesto:
--yo la vi primero, y tu pico no me asusta,
soy más ágil que tú.
--¡Te lo estoy advirtiendo!
--Yo la vi primero, y no me grites.
El sanate extendió su capa negra
aparentando ser más grande,
la paloma saco pecho y erizo
los cabellos de su cuello.
En eso, aterrizo un bello
pájaro carpintero de hermoso
copete rojizo, cuerpo gris
con líneas azules verticales,
como traje de gala de cacique maya,
y les pregunto:
--¿y ustedes por qué discuten?
Cuando voltearon a ver
la lombriz ya no estaba.
20 centímetros debajo de la tierra
se dijo a si misma: --¡que aburridas
son las discusiones de mayores!.
Poema publicado el 10 de Diciembre de 2024
UNA INOCENTE HUIDA.
(Juan Carlos Ayala)
Una lombriz subió en busca
de comida, muy de mañana,
aún las plantas lloraban
el sereno agudo de la noche;
el sol se quitaba su pijama
y se aprestaba para calentar
el alba.
Una paloma de castilla
cerca estaba,
color café con leche,
de pico gris muy fino,
dos líneas negras delineaban
la parte superior de sus ojos,
estrella de rock parecía la ave,
se dijo viendo fijamente
a la lombriz:
--allí está mi desayuno;
la lombriz inocentemente,
viéndola hacia arriba, le pregunto:
--¿buscas comida al igual que yo?,
antes que la paloma
contestara, del cielo cayó un sanate
negro, de un negro brillante,
como si llevara puesta una capa,
miro fijamente a la paloma y le dijo:
--si me la robas te saco los ojos,
mi pico es más grande;
la paloma contesto:
--yo la vi primero, y tu pico no me asusta,
soy más ágil que tú.
--¡Te lo estoy advirtiendo!
--Yo la vi primero, y no me grites.
El sanate extendió su capa negra
aparentando ser más grande,
la paloma saco pecho y erizo
los cabellos de su cuello.
En eso, aterrizo un bello
pájaro carpintero de hermoso
copete rojizo, cuerpo gris
con líneas azules verticales,
como traje de gala de cacique maya,
y les pregunto:
--¿y ustedes por qué discuten?
Cuando voltearon a ver
la lombriz ya no estaba.
20 centímetros debajo de la tierra
se dijo a si misma: --¡que aburridas
son las discusiones de mayores!.
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